Chelsea y Manchester City convirtieron la final de la Champions League, que se disputará el 29 de mayo, en un duelo de clubes ingleses. Los «blues» buscará su segunda «orejona», mientras que los «citizens» jugarán su primera final en la competición continental.
Será la tercera vez en la historia que dos clubes de la Premier League se midan por el prestigioso torneo. El antecedente más reciente lo tienen Liverpool y Tottenham en 2019, antes de eso el Chelsea enfrentó al United en 2008.
Los dirigidos por Pep Guardiola sueñan con levantar el trofeo más prestigioso de Europa y están a un paso de conseguirlo, tras eliminar al PSG, finalista la pasada edición. El conjunto parisino cayó con un global de 4-1 en la llave ante los ingleses, después de superar en cuartos al Bayern Múnich, campeón defensor.
En la ida, Marquinhos (15′) puso en ventaja a los franceses, pero Kevin De Bryune (64′) y Riyad Mahrez (71′) dieron la ventaja al City. Iba a ser el propio Mahrez quien le dio la clasificación a los de Manchester con un doblete (11′ y 63′) en el partido de vuelta.
Para poder situarse entre los dos mejores de Europa esta temporada, el City tuvo que dejar en el camino a Borussia Dortmund (4-2 en el global) y Borussia Monchengladbach (4-0 el global). Además, lideró el Grupo C con 16 unidades (cinco victorias y un empate), sacando tres puntos de ventaja sobre el Porto, su perseguidor.
Los datos del Manchester City en la presente Champions son un deleite para los amantes del juego controlado. Ganó 11 de los 12 partidos que disputó hasta ahora, con un promedio de 89% de precisión en sus pases y con una media de 2.09 goles por encuentro.
No solo su ataque sabe cómo marcar los goles que lo lleven a la final, sino que su defensa tiene muy claro cómo detener las dianas en contra. Los «citizens» estacionaron el autobús para acumular sólo cuatro tantos encajados y ocho porterías a cero.
Garra «blue»
El Manchester City no tendrá fácil llegar hasta su primera «orejona», ya que tendrá en frente un rival duro de roer: el Chelsea de Thomas Tuchel. Los londinenses dominaron completamente el encuentro de vuelta ante el Real Madrid, logrando un global de 3-1.
En la ida, que tuvo al estadio Alfredo Di Stefano como escenario, se llevaron un empate 1-1. Christian Pulisic (14′) se encargó de adelantar a los «blues» y Karim Benzema (29′) igualó las acciones de un partido muy parejo.
En Stamford Bridge las cosas fueron muy diferentes, con los dirigidos por Tuchel mostrándose muy superiores a los 13 veces campeones de la Champions. Timo Werner (28′) y Mason Mount (85′) se encargaron de certificar el pase de los ingleses a su segunda final del certamen.
En el camino, el Chelsea eliminó en los octavos al Atlético de Madrid (3-0 en el global) y en cuartos al Porto (2-1 en el global). Además, dominó el Grupo E con 14 unidades, producto de cuatro victorias y dos empates, una menos que el Sevilla, ubicado en el segundo lugar.
De 12 partidos disputados hasta ahora, solo cayeron por la mínima ante el Porto, en la vuelta de cuartos de final. Y aunque sus estadísticas no son tan perfectas, los de Londres ostentan un 85% de precisión en sus pases y 0.3 goles en contra por partido, con ocho porterías a cero.
En cuanto a su ataque, lograron marcar 22 goles lo que establece una media de 1,84 goles por partido. El Chelsea debe afinar la puntería de los suyos si quiere repetir la hazaña de 2012 el próximo 29 de mayo en el Estadio Olímpico Ataturk de Estambul.
