España y Alemania empataron a un gol en uno de los partidos más esperados de la fase de grupos de la Copa del Mundo Qatar 2022.
Ibéricos y teutones firmaron un encuentro de primer nivel tanto en intensidad como desde la pizarra, siendo un verdadero duelo entre presiones con la intención de neutralizar la construcción de pelota del rival. Es momento de repasar la intención de cada uno en su trabajo sin pelota.
Duelo de presiones en Qatar 2022
Alemania
Los teutones se organizaban en 4-2-3-1 con un bloque estrecho con la intención de minimizar el juego interior del rival. Thomas Müller flotaba entre los centrales, buscando minimizar la posibilidad de centrar. Ilkay Gündogan marcó a Sergio Busquets en todo momento jugando como volante ofensivo. Joshua Kimmich y Leon Goretzka hacían lo propio sobre Pedri y Gavi. Jamal Musiala y Serge Gnabry tapaban línea de pase con los interiores españoles y seguían al interior del lado opuesto de la pelota para que no influyeran en el juego.
Los centrales (Niklas Süle) saltaban por Marco Asensio, quien busco recibir a espaldas de los volantes centrales.
Alemania exigió a España a salir desde atrás con mucha calidad técnica (movilidad, controles orientados, pases…). El camino principal que utilizó España para romper la presión alemana fue el movimiento de Pedri para alejarse de Kimmich (obligándolo a tomar decisiones sobre si mantener la posición o saltar a presionar) y con Dani Olmo interpretando el espacio a su espalda para buscar recibir por dentro cuando el lateral no saltaba por él.
España
La Roja se organizaba en 4-3-3 sin pelota con sus mediocampistas igualando la zona de volantes (Sergio Busquets, Pedri y Gavi sobre Ilkay Gündogan, Joshua Kimmich y Leon Goretzka) más los atacantes intentando cubrir la última línea alemana con Ferran Torres alternando entre marcar al lateral de su costado y el central cuando la pelota estaba en el costado opuesto. Antonio Rüdiger jugó en el costado opuesto de la defensa, por lo que limitaba la conexión con el lateral. Los centrales agresivos para saltar por los atacantes cuando hacían un desmarque en apoyo.
Alemania también consiguió romper la presión ibérica con Jamal Musiala como pieza fundamental. El alemán interpretó el juego para poder ocupar diferentes zonas del campo y planteándole un reto a Dani Carvajal que no logró superar, apareciendo abierto en banda izquierda o por dentro para generar superioridad en mediocampo.
Un duelo de presiones con ambos equipos teniendo que explotar diferentes recursos individuales y colectivos para progresar hasta campo rival. Un partido dinámico, de alta velocidad y que exigía a cada jugador estar finos en cada ejecución. Una final adelantada.
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