México se despidió del Mundial 2018 dejando otra vez una buena imagen, pero las “cosas chingonas” que consiguió, frase acuñada por Chicharito Hernández y que se convirtió en el lema del equipo en Rusia, no fueron suficientes para terminar con la maldición del quinto partido.
En el balance deportivo del Tri; dos victorias, ante Alemania (1-0) y Corea del Sur (2-1), y dos derrotas, contra Suecia (3-0) y Brasil (2-0), esa última una vez más en octavos.
La derrota significó una nueva frustración en su intento de erradicar la maldición del quinto partido. Fue la séptima vez consecutiva (desde 1994) que el equipo cayó en octavos. Solo consiguió jugar los cuartos cuando organizó el Mundial, en 1986 y 1970.
Del Mundial 2018 quedará para siempre el triunfo en Luzhniki ante la Mannschaft en el inicio de la defensa del título que los alemanes consiguieron en 2014.
Consolidado con la victoria ante Corea, las expectativas del Tri se dispararon, pero el resbalón ante Suecia, en el primer partido en el que el seleccionador Juan Carlos Osorio, tras 50 al mando, decidió ‘traicionar’ sus ideas y repitió alineación le condenó a un cruce ante su ‘bestia negra’ en Copa del Mundo.
Con una victoria o empate ante los nórdicos, los octavos se los hubiera jugado ante Suiza. No se dio y llegó la Seleçao, a la que nunca ha derrotado en un Mundial -un empate y cuatro derrotas- y ante la que ni siquiera ha marcado un gol (13 en contra).
México compitió, exhibió un juego atrevido y una vez más tuvo que agradecer a ‘Memo’ Ochoa, de nuevo brillante en una Copa del Mundo, su ración de paradas. Pero la calidad de Brasil definió el duelo ante un Tri que carece de individualidades del mismo nivel en el último tercio del campo.
“Dejamos una imagen de calidad”, señaló Chicharito. “La mentalidad en todo México está cambiando y eso positivo, tanto en lo político hasta en lo deportivo”, añadió.
Juan Carlos Osorio debe continuar en el puesto…
La continuidad sería la mejor apuesta del futbol mexicano…— David Faitelson (@Faitelson_ESPN) 2 de julio de 2018
El delantero hacía referencia a la victoria electoral en la víspera del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, nuevo presidente electo del país.
Precisamente el cambio de mentalidad ha sido uno de los principales puntos en los que ha incidido tanto Osorio como los portavoces del equipo en estos 22 días en Rusia.
“¡Imaginemos cosas chingonas, carajo!”, pidió Chicharito al iniciar el Mundial y un país se ilusionó con sus palabras.
El Tri había aterrizado en Moscú un frío 11 de junio golpeado por un escándalo debido a la famosa fiesta en la que participaron los miembros del equipo.
Llegaba además con un solo gol marcado en los tres amistosos previos al torneo y con Juan Carlos Osorio abucheado en la despedida del equipo en el Estadio Azteca (victoria 1-0 sobre Escocia).
En Moscú el equipo levantó la moral y la considerada “mejor generación de la historia” del fútbol mexicano demostró que puede competir con cualquiera.
Los jugadores se habían conjurado. “No somos soberbios, somos gente que hace todo lo posible para merecer ganar. Eso es lo que estamos trabajando, eso es lograr cosas chingonas”, repitió Chicharito mediada la competición.
Finalmente, otra vez Brasil. Salvo sorpresa, Osorio, que llegó al cargo en 2015, cerrará su ciclo.
“Después de guardar el luto, en unos días mis jefes tomarán una decisión y yo también”, dijo el lunes en Samara.
Queda una lista de jugadores en su madurez. Los Ochoa, Héctor Moreno, Andrés Guardado, Héctor Herrera o Carlos Vela; unidos a la nueva generación que encabeza ‘Chucky’ Lozano seguirán siendo la base del equipo.
No estará en el Mundial de Catar 2022 Rafa Márquez, la leyenda, titular a los 39 años ante Brasil en el cierre de su quinta participación en el torneo.