Mediocampo
Maxime Gonalons
Llegó a la cantera del Lyon a los 10 años, donde se formó durante una década, hasta que recibió el llamado al primer equipo, para ser remplazo de Jérémy Toulalan.
Gonalons se ha convertido en un histórico del club, con 330 partidos (octavo en la historia del club), muchos de ellos como capitán, y desempeñándose como centrocampista, con la posibilidad de jugar de zaguero central.
Con la selección francesa, compitió desde la Sub-19 hasta la mayor, donde disputó tan solo ocho encuentros.
Corentin Tolisso
Centrocampista con seis años de formación en las categorías menores del Lyon, equipo donde se hizo un nombre, para luego ser traspasado al gigante alemán, Bayern Munich.
Tolisso logró llegar al primer equipo en 2013, siendo un jugador polivalente, que permitió cubrir diversas bajas por lesión. Más adelante, hizo una gran campaña en la 2016-2017, donde fue seleccionado para el mejor equipo de la Europa League.
En 2018 se convirtió en campeón del mundo, siendo recordado por su partido de cuartos de final frente a Uruguay, donde remplazó al suspendido Blaise Matuidi en el mediocampo.
Nabil Fékir
Una de las piernas más educadas que ha producido Francia en la última década, formada por el Lyon, desde los 12 años.
Fekir generó un impacto inmediato en la Ligue 1, convirtiéndose en titular y referente. Tiempo después, se convertiría en el capitán y bujía del cuadro, en el que militó por seis temporadas. En 2019 fue traspasado al Real Betis.
Fekir fue convocado al Mundial de Rusia 2018, proclamándose como campeón del Mundo con Francia. El centrocampista disputó diversos partidos en la copa, incluyendo la final frente a Croacia.
Ludovic Giuly
Llegó al Lyon con 18 años y un año más tarde, hizo su debut profesional frente al Cannes. Rápidamente obtuvo el apodo del “Duende Mágico”, esto debido a su baja estatura (1.64m).
Jugó cuatro temporadas en Lyon antes de marcharse al Mónaco, donde pudo lanzar su carrera a nivel continental y ser traspasado al FC Barcelona. En España conquistó la Liga de Campeones de la UEFA, marcando el gol decisivo en las semifinales frente al Milan.
Giuly disputó 17 partidos con la selección de Francia, con la que ganó la Copa Confederaciones en 2003. Su ausencia en la Copa del Mundo de 2006, provocó un rotundo rechazo al seleccionador Domenech.
