El capitán de Boca Juniors, Pablo Pérez, uno de los más afectados por la agresión que sufrieron los jugadores del Xeneize por parte de hinchas violentos de River Plate el sábado antes del ingreso al estadio Monumental, dijo que la gente «estaba loca» y que si llegaban a ganar podían matarlo.
«No puedo ir a una cancha donde no me brindan seguridad. ¿Qué pasaba si jugábamos y ganábamos? ¿Quién me saca de ahí? Si la gente estaba loca antes de entrar imagínate si les dábamos la vuelta en su cancha… ¡me matan! No voy a jugar en una cancha donde puedo morir», dijo este lunes Pérez tras salir de una clínica privada, donde le revisaron la lesión que sufrió en el ojo izquierdo.
Pablo Pérez: «Me escribieron Scocco y Casco por la relación que tenemos, jugamos juntos en Newells»
¿Cómo es la cosa muchachos? Tévez cada vez más expuesto. Incitador a la violencia nato.— ElPaísMenosAlgunos (@RiverEPMA) 26 de noviembre de 2018
«Es una vergüenza lo que pasó. Tengo mi señora y tres hijas. La mayor me abrazó cuando llegué a casa y estaba llorando. Uno no puede jugar de esta manera, esto no puede pasar más», añadió.
El capitán de Boca Juniors aseguró que ningún médico de la Conmebol lo revisó o se preocupó por su salud tras la agresión.
«Nunca, repito, nunca me vinieron a ver. (Un médico) fue al vestuario y firmó un papel diciendo que yo estaba en condiciones (de jugar), y no veía nada. No me vino a ver ni al hospital, jamás me revisaron. No vino el médico de la Conmebol, debe tener alguna orden de que no me viniera a ver. Si a mí me sacan el ojo, no me lo paga nadie», precisó.