Los laterales se han convertido en una de las posiciones más importantes en fútbol actual, siendo piezas dentro de un sistema que les ofrecen diferentes variantes tácticas a sus entrenadores en cada fase del juego. Y uno de los equipos que más aprovecha la calidad y diversidad de dichas posiciones es el Liverpool de Jürgen Klopp, que se ha consolidado como uno de los mejores equipos del mundo en los últimos cuatro años.
Trent Alexander Arnold y Andrew Robertson los mejores laterales del mundo cada uno en su costado, siendo piezas que le ofrecen un sinfín de registros a su equipo a partir de su interpretación del juego y calidad técnica con la pelota en los pies, donde destacan por encima del resto de jugadores con los que comparten demarcación.
El Liverpool de los laterales
El inglés destaca por ser el cerebro del equipo partiendo desde el costado derecho. Es el principal motor creativo del equipo debido a su capacidad de intervenir en el juego a diferentes alturas (base la jugada, zona de amplitud y entre líneas) y por su pie derecho, que es uno de los más privilegiados de todo el mundo. La banda derecha es suya, lo que es mucho decir cuando Mohamed Salah aparece en la ecuación. El resto de piezas se mueven en unísono con él y con el objetivo de mantener los triángulos en el costado, que es uno de los objetivos constantes del equipo de Klopp.
«Se ha prestado atención a los triángulos por fuera, por lo que tenemos al mediocampista, laterales y extremos a cada lado. Se trata de asegurarse de que debe haber alguien ocupando el ancho, alguien arriba en la última línea y alguien en el half space”, afirmó Trent Alexander Arnold.
Por otro lado, el escoces es un futbolista diferente. No cuenta con la calidad técnica y creativa de su compañero de posición, pero es un cañón a la hora de intervenir en el juego. Atacando en el lado débil del ataque del Liverpool, su rol viene de la mano con verticalizar y de intentar terminar la jugada con la presencia en su costado de un extremo más desequilibrante en el 1vs1 (Sadio Mané) y un interior con mucha más llegada al área. Robertson suma mucho desde su movilidad y agresividad con sus movimientos, como se notó en el encuentro ante el Leicester City por la Premier League, donde alternaba carriles con Luis Díaz y atacó espacios con mucha velocidad para ganar línea de fondo.
Los mejores del mundo
Ambos son futbolistas que suman mucho en diferentes alturas. Tienden a comenzar la jugada muy abajo, casi en línea con los centrales, para sumar una opción de pase más y buscando soluciones desde el pase vertical para activar los desmarques profundos de los extremos. Su altura puede variar con la movilidad de los interiores, que en ocasiones aparecen en su espacio para participar en el juego y ellos ganan altura para posicionarse en zona de amplitud en ataque posicional.
Y, como no podía ser de otra manera, aparecen en campo rival para hacer daño desde su pegada más que todo para realizar centros laterales al segundo palo. Son los dos jugadores que más brillan dentro del ecosistema de Klopp, que siempre le ha dado relevancia y libertad para generar peligro en diferentes zonas. Su posicionamiento, junto a los movimientos de Roberto Firmino, ayuda a que Sadio Mané y Mohamed Salah aparezcan por dentro para atacar con desmarques cortos los espacios que se generan en la zona de remate.
En un mundo donde los laterales se han convertido en piezas vitales en el funcionamiento del equipo en ambas fases y en diferentes roles con pelota, el Liverpool destaca por encima del resto al contar con los mejores del mundo en la posición.
