El Manchester City derrotó al Manchester United en una nueva edición del Derby de la ciudad en un partido que, pese a la diferencia de tres goles, el conjunto de Pep Guardiola fue ampliamente superior en el desarrollo. El dominio del conjunto Skyblue se explica a partir de sus interiores, tanto por su impresionante rendimiento como por el rol que les ofreció su entrenador. La presencia de Ilkay Gündogan como mediocentro no cambió en grandes rasgos el funcionamiento del equipo.
Pep Guardiola utilizó a sus interiores (Bernardo Silva y Kevin De Bruyne) más arriba de lo normal dentro de un 4-3-3 más definido con sus extremos fijando por fuera y con los laterales participando abajo con menos responsabilidad de aparecer por dentro para apoyar al mediocentro. Las intenciones del Manchester City eran muy claras:
Los interiores de Pep Guardiola en el Derby de Manchester
-Abrir a los mediocentros del Manchester United para generar más espacios en el carril interior para los descensos de Erling Braut Haaland. El noruego tuvo mucha libertad para descender y atraer a Lisandro Martínez. Generó superioridades por detrás de la línea de volantes rival. Y, al mismo tiempo, facilitó que los centrales no apoyaran a los laterales en banda para que los extremos jugaran 1vs1. No deja de ser casualidad los grandes partidos de Jack Grealish (izquierda) y Phil Foden (derecha).
-Qué tuvieran más libertad para ganar profundidad, sea por el carril central atacando el espacio entre central-lateral (Bernardo Silva) y generando superioridad por banda para ofrecerle ventajas al centrador para conectar con los atacantes dentro del área (Kevin De Bruyne).
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