El Estrella Roja serbio quedó en un duro grupo de la Liga de Campeones, compartiendo con los poderosos París Saint Germain, Liverpool y Napoli. El regreso de la leyenda de Belgrado a la máxima competición continental será batallador.
Los serbios lograron su clasificación a la Liga de Campeones 2018-19 al eliminar al Salzburgo con empate a dos en la vuelta (0-0 en la ida).
Un campeón que vuelve a Europa, uno de los últimos referentes del fútbol detrás de la Cortina de Hierro. En 1991, como parte de la extinta Yugoslavia, ganó la entonces Copa de Europa al vencer en penales 5-3 a Olympique de Marsella, en el Stadio San Nicola, de Bari (Italia).
Dirigidos por Ljupko Petrovic, los rojiblancos contaron con futbolistas de leyenda como Robert Prosinecki, Darko Pancev, Dejan Savicevic, Sinisa Mihajlovic y Vladimir Jugovic, entre otros.
Al frente, los marselleses tuvieron como referentes a Jean Pierre Papin, Abedi Pelé, Chris Waddle, Manuel Amoros y Basile Boli.
Luego del 0-0 en el reglamentario y el tiempo extra, los yugoslavos no fallaron en sus tiros desde los doce pasos: Prosinecki, Dragisa Binic, Miodrag Belodedici, Mihajlovic y Pancev anotaron. Por Marsella falló Amoros, anotando Bernard Casoni, Papin y el brasileño Carlos Mozer.
La Copa Intercontinental terminó en sus manos, al ganar 3-0 al Colo-Colo chileno con doblete de Jugovic y gol de Pancev, en el Estadio Nacional de Tokio, Japón.
La Guerra de los Balcanes, originada como consecuencia del derrumbe de la Unión Soviética y la desmembración de Yugoslavia, obligó a que Estrella Roja jugara el campeonato europeo de 1991-92 fuera de sus fronteras, en Hungría y Bulgaria.
Las décadas siguientes, entre la guerra y la reconstrucción, Estrella Roja solo dominó en la temporada inaugural de la Superliga Serbia. Luego ejercería su hegemonía el eterno rival de ciudad, el Partizan de Belgrado.
Este miércoles, el doblete del delantero El Fardou Mohamed Ben, nacido en Comoras, bastó para avanzar a la fase de grupos de la Champions. El 2-2 contra Salzburgo en el Red Bull Arena generó la locura en los poco más de 10 mil hinchas serbios que invadieron el campo para celebrar con los suyos y disfrutar el regreso a la gloria.
