Barcelona recibió un último golpe para el cierre de la temporada, con la caída ante Valencia en la final de la Copa del Rey 2-1, en el estadio Benito Villamarín de Sevilla.
Kevin Gameiro y Rodrigo Moreno anotaron los goles ches, mientras que Leo Messi descontó por el conjunto blaugrana.
Con una Liga que sabe a poco tras las derrotas en la Champions League y la Copa del Rey, la continuidad de Ernesto Valverde sigue en discusión.
Liverpool y Valencia significan los puntos más oscuros del año barcelonista.
La derrota en la vuelta de semifinales 4-0 ante los ingleses, tras haber ganado la ida 3-0, se convirtió en la catástrofe para la gestión de Valverde.
«Los partidos son diferentes. La realidad es que un mes celebramos el título de la Liga…», se defendió el entrenador. «Hemos creado una expectativa y no la hemos podido rematar. Ganarlo todo es lo que queremos todos. Siempre nos ponemos en la piel del ganador, pero uno siempre tiene que perder».
El doblete hubiese significado un pequeño bálsamo tras la eliminación en Champions.
Josep María Bartomeu, presidente del conjunto catalán, ratificó a Valverde en su cargo.
Aunque la afición y la prensa reclaman un cambio de timón, los jugadores defienden el trabajo del entrenador.