No importa cómo lleguen Real y Atlético de Madrid, el resultado siempre es el mismo. Victoria del conjunto merengue.
Ni siquiera la mejor racha en la historia del conjunto colchonero pudo ser suficiente para torcer un poco lo historia.
Cuando se enfrentaron el pasado sábado en el Alfredo Di Stefano, el conjunto de Diego Simeone tenía 26 partidos sin perder en La Liga ¡26!, incluyendo 7 triunfos en fila, contando uno contra Barcelona.
Los rojiblancos llegaban como un equipo sólido que sabía arrollar y hacer daño a sus rivales. Pero todo lo mostrado hasta ese momento no apareció contra los blancos.
Se mostró desconectado y no supo reaccionar al gol de Casemiro en el primer cuarto de hora. Es como si fueran Superman y el Real la criptonita que le quita todos sus poderes.
Ni siquiera el equipo del Cholo puso hacer año en los tiros de esquinas, que es una de sus armas para hacer más daño. Su defensa que había estado prácticamente impenetrable al solo permitir dos tantos en el torneo, permitió la misma cantidad en ese duelo.
Solamente Granada y Osauna habían sido capaces de vencer a la defensa colchonera. Tantos que solo sirvió para maquillar un poco el marcador.
El equipo de Zinedine Zidane salió de su situación de apremio y como siempre su rival de ciudad se convirtió en su víctima perfecta.
Hay que recordar que la buena racha del Atleti comenzó después de perder el clásico madrileño el 1 de febrero de este año, que parece que sucedió hace mucho tiempo. Muy, muy lejano gracias a todo lo sucedido por la pandemia. Fue justamente con los blancos que terminó.
Antecedentes históricos
La diferencia que hay en el historial de victorias entre ambos es abismal. El dominio de Real Madrid ha sido abrumador.
Contando todas y cada una de las competencias, los blancos tienen 149 victorias por 71 de los rojiblancos con 68 empates. Si nos vamos solo a La Liga, la cosa marcha 89-39 y 39 empates.
Ni hablar de las dos dolorosas derrotas que sufrió el Atlético de Madrid en las dos finales de Champions League de la temporada 2013-2014 en Lisboa y luego la 2015-2016 de Milán.
