' Boca-Santos del 63: Cuando Pelé se bajó los pantalones y dio la vuelta en la Bombonera | Idioma Fútbol
AméricaCopa Libertadores

Boca-Santos del 63: Cuando Pelé se bajó los pantalones y dio la vuelta en la Bombonera

Santos Boca
2kviews

Empezando 2021 habrá juegos de altísima tensión en Copa Libertadores. Se juegan las semifinales de la competición de clubes más importante de nuestro continente y son de brasileños contra argentinos: Palmeiras-River y Santos-Boca.

Este último duelo reúne a dos pesados del continente. Boca, la casa de Maradona, Santos, el hogar sempiterno de Pelé. Se han enfrentado apenas dos veces por Copa Libertadores y para casualidad, en finales: En 1963, ganada por Santos y 40 años después, en  2003, ganada por Boca.

Recordemos la de 1963, muy particular y digna de la época. La Libertadores apenas estaba tomando forma, no participaron todos los países y hay que decirlo: Santos tuvo solo cuatro partidos para salir campeón.

Ese Santos de Pelé debió ser el campeón con el recorrido más corto: por ser el Campeón de la Edición 1962, Santos cayó sembrado en semifinales, así que solo tuvo que despachar a Botafogo para repetir en la final.

 

El mejor equipo del mundo

Santos, primer equipo “globalizado”, porque iba de viaje en viaje maravillando al mundo con su juego, llegó a esta edición de la Libertadores tras quedar campeón en 1962 ante Peñarol, en una llave que se jugó la ida antes del mundial de Chile 62  (Peñarol 1-2 Santos) y la vuelta luego, con triunfo de Peñarol (2-3), aunque hubo una trifulca por el triunfo de los uruguayos , que incluyó un arma de fuego.

El juez del partido, Carlos Robles (Chile) suspendió el juego. Y resolvió jugar el resto “de forma de partido amistoso”. Quedó 3-3, pero para efectos arbitrales, ganó Peñarol.

El desempate (no existían los penales) se definió en el Monumental de River. Fue sencillo: Pelé, que no estuvo en los dos partidos anteriores, volvió y despedazó a Peñarol. 3-0. Ese partido lo silbó el holandés Leo Horn, único en pitar un juego de Libertadores y Champions League (Copa de Campeones) en un mismo año.

Por este motivo, por las trifulcas, el partido de 1963 estuvo pitado por el francés Marcel Bois. Y por un buen tiempo, las finales de la Libertadores las dirigieron jueces europeos.

Boca, tenía un formidable equipo, encabezado por José Sanfilippo, que terminó siendo el goleador del torneo con siete goles, dos más que Pelé.

Los xeneizes no tuvieron atajos: les tocó una ruda fase de grupos con Olimpia y Universidad de Chile, más una semifinal con Peñarol, equipo muy fuerte en ese entonces. Merecidamente, avanzaron a la final contra el equipo del momento, que venía de ser el “mejor del mundo”, tras ganarle la Intercontinental de forma incontestable (global 8-4) al Benfica de Eusebio.

 

Dura llave

La ida fue en Maracaná, lugar que históricamente es hostil para los equipos de Sao Paulo. Es conocida la rivalidad entre cariocas y paulistas, pero la enorme capacidad del coso de Río de Janeiro fue vista como buen negocio para la boletería de Santos y, Pelé era tan mágico que no generaba ningún tipo de antipatía y tuvieron apoyo.

La figura de la ida fue el mejor socio de Pelé, Coutinho. Con dos goles, más otro de Lima, dejó encaminado todo para la Bombonera, la semana siguiente. El bueno de Sanfilippo descontó marcando dos goles para el 3-2 final. En aquel entonces ni soñaba nacer la famosa regla de visitante.

A Pelé le esperaba uno de los estadios más duros del continente y el mundo: La Bombonera. Sentía como era presionado, insultado. Como la afición aupaba a su equipo. Era territorio complicado.

santos Boca

Un pasaje icónico del juego fue cuando, de tantos jalonazos (amén de las cotidianas patadas), a Pelé se le rompió el pantaloncillo. Sin el más mínimo pudor, se cambió de prenda en medio del campo, generando la indignación de los presentes.

Se dejó todo para el complemento. Sanfilippo marcó al 47 para abrir el marcador. Pero apareció Pelé para igual y luego Coutinho para definir el segundo título corrido.

Pelé se coronó en la casa de los rivales más fuertes de Argentina: en casa de River y en casa de Boca. Un dato no menor. Fue la última Libertadores de un equipo maravilloso con “O Rei”, Coutinho, Dorval, Zito, Pepe… Hasta 2011 no la volvió a ganar el “Peixe”.

Boca, por su parte, tuvo que esperar hasta 1977 para alzar el preciado trofeo. La historia le tendría aguardado ser uno de los clubes más ganadores de la Libertadores, con seis. La última, en 2007.

Uno de ellos, en este 2021, pasará a la final de la accidentada versión de 2020. Y seguro tendrá anécdotas para contar.