Mucha agua ha corrido debajo del puente desde la última vez que el Manchester United asaltó el liderato de la Premier League. Para el 15 de diciembre del año 2012, el United se subía a la cima de la liga, tras 17 jornadas completadas. Lo dirigía Sir Alex Ferguson. Un dato no menor. El mundo no atravesaba por una pandemia. David Cameron era el Primer Ministro de un Reino Unido que todavía formaba parte de la Unión Europea. Yo, por mi parte, cerraba mi ciclo universitario con la defensa de mi Tesis de Grado que, claro está, tenía que ver con deportes.
El Reino Unido consumó el Brexit. Mi carrera profesional siguió su rumbo. La trayectoria del United como equipo dominante de Inglaterra se extravió con el retiro de Ferguson. Su última obra fue sacar campeón de liga al United por vigésima vez en su historia. En la primera mitad de aquella campaña, los “Red Devils” llegaron a sacar 20 puntos de ventaja a un alicaído Liverpool. Los entonces dirigidos por Brendan Rodgers ocupaban una poco decorosa 12° casilla de la tabla.
Es por ello que el duelo de este domingo, entre dos equipos que han ganado en conjunto un tercio de los títulos nacionales, se presenta como agua en el desierto del fútbol inglés en los últimos años. El equipo de Ole Gunnar Solskjaer saldrá a Anfield a demostrar, entre otras cosas, si tiene madera de líder o no. Porque bien es cierto que en una Premier League tan flexible como esta, en la que los dueños del “Big Six” van dejando puntos en el camino con un desdén inusitado, las cuestiones importantes están aún lejos de dirimirse por estas fechas.
Nada que ver con la tónica de la 2012/2013. Temprano se encontraron los dos gigantes del fútbol inglés en Anfield Road. United empezaba a labrar su camino como monarca en septiembre. Un gol de Rafael y otro Van Persie dejaban sin efecto un tanto de Shelvey. Tras ese choque, el United sonrió un par de veces más como visitante en el Derbi del Noroeste de Inglaterra. El grifo se cerró en 2016, cuando consiguió su última victoria liguera en el anfiteatro que entona el “You’ll never walk alone”.
Comparando poderíos
El United salía a Anfield Road con este XI: Lidegaard; Rafael, Evans, Ferdinand, Evra; Carrick, Valencia, Nani, Giggs; Kagawa y Van Persie. Un once con altos quilates en cada línea. Aunque el equipo más representativo en esa temporada 2012/2013 sería con De Gea en el arco; Cleverley acompañando a Carrick, Valencia y Young en cada ala; y Rooney flotando por detrás de Van Persie.
De inmediato notamos, el fondo de armario de aquella plantilla mancuniana. Además de la notable jerarquía defensiva con Ferdinand al mando. Algo que no ha podido otorgar Maguire, pese a las cifras mareantes de su contratación. De Gea continúa como bastión del arco, pero con muchas más dudas. En la sala de máquinas, Carrick organizaba todo y la dupla Rooney-Van Persie eran garantía de gol.
Si comparamos aquel United con el actual no cabrían tantas diferencias en cuanto a las prestaciones de ciertas individualidades. Sobre todo del medio hacia arriba. Sería difícil ubicar a la nueva Trinidad del United, formada Paul Pogba, Bruno Fernandes o Marcus Rashford, por debajo de sociedades de aquel último Man “U” de “Fergie”.
Lo que le estaría faltando a este United es imponerse en los duelos grandes. No por nada, la escuadra actual perdió las últimas cuatro semifinales que jugó. Esa falta de galones es lo que le habría imposibilitado ganar a cualquiera de los poderosos de Inglaterra en la actual Premier. Empató con Chelsea y Manchester City. Perdió con Tottenham y Arsenal (el 1 de noviembre). Desde esa última caída, encadenó 11 partidos con dos empates y nueve victorias.
El impacto de Bruno Fernandes
Otro que estaría faltando por aparecer en los compromisos de cartel es Bruno Fernandes. Después de la caída ante el City por la Carabao Cup, Roy Keane le atizó con todo. “Ha sido muy elogiado, incluso comparado con jugadores como Eric Cantona, pero los grandes jugadores tienen que aparecer en estos momentos”.
En el resto de las jornadas, el portugués la rompe. De hecho, estableció un nuevo récord en la Premier esta semana, al ser el primer futbolista en la historia que gana cuatro premios a Jugador del Mes en un año calendario. Suma 27 goles y 17 asistencias desde su llegada. Números aparte, su influencia en el juego es notable.
A la rigidez que solía caracterizar al mediocampo de los “Diablos Rojos”, Fernandes le ha agregado la cualidad de fluir entre líneas con desparpajo y calidad. Además de la facilidad de detectar espacios, le pone una marcha más a los ataques. Con pases tan arriesgados como amenazantes, suficientes para activar a sus atacantes e inclinar la balanza del partido a su favor.
El de este domingo será el primer enfrentamiento de Fernandes ante Liverpool desde su llegada al United. Y se puede aplicar sobre él, las palabras de su actual DT en la rueda de prensa previa. “Será un testeo de realidad”. Asistiremos a la confirmación (o no) del United como contendiente al título y a la de Bruno como líder futbolístico de un club top.