El Liverpool sobrevivió a un primer tiempo complicado en el estadio La Cerámica y clasificó a la final de la UEFA Champions League con una remontada imponente en la segunda parte. Un triunfo que sirvió para consolidar al equipo de Jürgen Klopp como uno de los mejores equipos de Europa por su capacidad para salir de los momentos complicados y reponerse de manera categórica. Con Trent Alexander Arnold como una de las banderas del éxito.
Trent Alexander Arnold y su presencia
El lateral derecho inglés firmó un partido con pelota de manera sensacional. En la segunda parte, fue capaz de hundir al Villarreal a partir de su capacidad para conectar con alejados y centrar al área, castigando las dudas de Pervis Estupiñan junto a los apoyos de Mohamed Salah intercambiando carriles en la zona derecha de la cancha.
En el primer tiempo, el Liverpool apenas pudo posicionarse en campo rival para atacar en conjunto ante la presión del Villarreal. El Submarino Amarillo condicionó todo el juego de su rival a través de su trabajo sin pelota. La presión adelantada confeccionada por Unai Emery (planteando duelos individuales en varias zonas) forzó al rival a jugar mucho en largo. Aquí dejamos un análisis del plan de Emery.
Luis Díaz para cambiar el desarrollo
La segunda parte fue totalmente diferente. El Liverpool mejoró y remontó el partido de manera contundente, aprovechando los errores de Rulli y los fallos defensivos generales del rival. El ingreso de Luis Díaz fue clave, tanto para castigar por la banda como para darle más espacio a Trent Alexander Arnold.
El colombiano generó mucho desequilibrio en banda izquierda. Lo que no tuvo su equipo en la primera mitad. Su desequilibrio en el 1vs1 arrastró al Villarreal a cerrar más en banda derecha, lo que liberó mucho más los espacios para que en la banda opuesta apareciera Trent con mucha más libertad para centrar e intervenir más arriba. Aglomerar para un lado para terminar en el otro, un rasgo del Liverpool de Klopp.
El partido cambió de manera radical en la segunda parte con un Luis Díaz aglomerando mucho tiempo con pelota para atraer y, en el costado opuesto, apareciera el inglés para hacer daño desde el centro lateral. El inglés jugó más arriba, intervino mucho más e hizo el daño suficiente para terminar de hundir al Villarreal. Otro partido más donde, pese a dejar dudas en defensa, demostró que es de los mejores jugadores del mundo.
