Argentina clasificó a los Octavos de final de la Copa del Mundo de Qatar 2022 después de derrotar con mucha solvencia a Polonia en el último partido de la primera fase. Y, pese a que la victoria siempre es importante, lo más destacable es que la Albiceleste se reencontró un poco con el juego que le facilitó dominar el proceso eliminatorio.
Los dirigidos por Lionel Scaloni mostraron una versión dominante en Qatar. Un equipo capaz de imponer su juego por encima de lo que planteaba el rival, sin caer en la desesperación que se notó ante Arabia Saudí en la primera jornada. Y una de las razones de la mejora nace en los pies de dos futbolistas: Enzo Fernández y Alexis Mac Allister.
Argentina no repitió zona de volantes en ninguno de los tres partidos de la fase de grupos, lo que dejó en claro las dudas de Lionel Scaloni ante la pobre imagen del primer partido y ante la ausencia de Giovani Lo Celso. Y la configuración que mejores dividendos le ha dado en la Copa nace con Enzo Fernández y Alexis Mac Allister juntos en la cancha. Y no es casualidad.
Alexis Mac Allister y Enzo Fernández, la pausa como rasgo necesario
El del Benfica y el del Brighton and Hove Albion son dos mediocampistas que, pese a ser diferentes en esencia, cuentan con un rasgo en el que son de los mejores en su demarcación en la convocatoria argentina: Capacidad de controlar los tiempos del juego. La pausa y la aceleración. El primero apareciendo en la base de la jugada para controlar los primeros pases junto a los centrales para después ganar altura con el ingreso de un mediocentro. Y el segundo apareciendo en zona de interiores, firmando una gran actuación desde su movilidad.
Pases acertados ante Polonia:
Enzo Fernández y Alexis Mac Allister son mediocampistas capaces de interpretar lo que exige la jugada e intervenir a la velocidad que les pide. Son capaces de agregar pausa cuando su equipo lo necesita, sin alejarse de la posibilidad de acelerar cuando el contexto lo exige. Y ese detalle, valioso como pocos, le ha ofrecido a Argentina la posibilidad de controlar el partido en los momentos más exigentes y tener la tranquilidad para abrir el repliegue polaco, que consistía en neutralizar el juego interior.
Ante Arabia Saudí, la Albiceleste pecó de querer jugar a velocidades muy altas, olvidándose de sus principales características y entrando en desesperación ante un rival organizado. México fue un reto más emocional por la derrota previa y que terminó rompiéndose a partir de genialidades individuales. Pero ante Polonia, con la necesidad del resultado pero con la tranquilidad de la victoria previa, apareció el juego. Y uno de los puntos a destacar es la presencia de Enzo Fernández y Alexis Mac Allister, quienes le aportaron al equipo lo que necesitaba.
