El Chelsea empató sin goles con el Fulham en el comienzo de la jornada en la Premier League, en un encuentro que tenía todos los reflectores en Enzo Fernández. El argentino debutó como nuevo jugador del conjunto Blue y lo hizo con una gran actuación a nivel individual.
El ilusionante debut de Enzo Fernández
Enzo Fernández jugó como mediocentro dentro del 4-3-3 inicial de Graham Potter. Una posición en la que comenzó debido a las bajas del Chelsea para este encuentro. Y su encaje en el equipo fue inmediato, hasta el punto de que sus compañeros giraron en torno a él y a su juego. “Considerando el poco tiempo que lleva aquí, su debut fue muy bueno. Se pudieron ver momentos de su calidad y de su personalidad, va a ir mejorando mucho entrenamiento a entrenamiento”, afirmó el entrenador inglés después del encuentro.
Mapa de calor
El argentino fue el principal organizador del Chelsea en la fase de pelota. Era el eje principal por el que ataca su equipo, actuando en la primera altura de la zona de volantes. En ocasiones recibía entre centrales y a espaldas de la primera línea de la presión, siempre condicionado por el plan de Marco Silva de minimizar su impacto con las vigilancias de Andreas Pereira. Su movilidad fue clave en este sentido, alejándose de su par para poder recibir y jugar de cara, donde explota todo su potencial.
Sus intervenciones ayudaron a su equipo a posicionarse en campo rival, tanto en posicional como tras recuperación en transición. Imponía el ritmo del juego, siempre leyendo bien en qué momento acelerar o pausar teniendo en cuenta el contexto.
El plan del Fulham de Marco Silva
El Fulham (4-4-2 o 4-2-3-1 sin pelota) cerró de manera constante el carril central con Palhninha y Harrison Reed vigilando de cerca a los interiores (Mount y Gallagher), lo que generó que el conjunto Blue no lograra hacer daño por dentro y buscara de manera constante jugar por fuera, donde el rival también generaba superioridad numérica con su basculación. Pese a ese escenario, más el flojo partido de la mayoría de piezas del medio para adelante, Enzo Fernández generó un sinfín de ventajas para que sus compañeros tuvieron el contexto ideal para generar oportunidades.
También explotó su pase largo para activar lejanos, tanto para cambiar el costado del juego como para activar los desmarques de sus compañeros. Una del as jugadas más peligrosas del Chelsea nació de un pase largo del argentino al desmarque de Mason Mount.
Pese a que el colectivo le ayudó muy poco, Enzo solo necesitó un partido para demostrar todo su talento y que es una pieza que necesitaba Graham Potter para dominar los partidos a su manera. El Chelsea tiene muchas cosas que mejorar, pero no hay dudas de que el ex Benfica puede ser una de las principales soluciones a nivel individual.
