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Barcelona a la deriva: Frustrado, sin títulos y Lionel Messi enojado

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Una tragedia griega vivió Barcelona en la penúltima fecha de La Liga 2019-20 en la que Real Madrid concretó su título. Se fueron abajo temprano contra Osasuna, los merengues picaron adelante ante Villarreal, todo se le alejaba. Pero sí, todo podía ser peor a pesar del ilusionante gol de Lionel Messi con una joya de tiro libre.

El tanto de la remontada nunca llegó a pesar que el submarino amarillo apretó un poco a los de Zinedine Zidane y una pequeña luz de la esperanza se le prendió pero pasó lo que ha sido habitual para los culés en esta temporada, se cayeron, encajaron el 2-1 en contra que alegró aún más la celebración blanca.

Haber ganado ocho de las últimas 12 ligas no ha sido suficiente para los blaugranas. Las losas de Roma, Liverpool en Champions League y la imagen que ha ido en una espiral descendente desde la marcha de Luis Enrique del banquillo, ni Ernesto Valverde ni mucho menos Quique Setién han dado en el clavo para revivir las mejores épocas que si bien son recientes se han ido opacando ante los éxitos merengues a nivel europeo, donde han fallado en momentos clave.

Frustración en Barcelona

En el ojo del huracán, Lionel Messi, quien ve como la recta final de su carrera se ha visto opacada por duros traspiés pese a que el nivel individual y de allí nació una de sus más duras autocríticas. «Fuimos un equipo irregular, débil, al que nos ganan por intensidad y al que nos marcan fácil gol. El Real Madrid hizo lo suyo; después del parón hasta ahora no perdió y eso tiene mucho mérito, pero nosotros ayudamos y mucho para que se lleven la Liga ellos. Tenemos que hacer autocrítica, empezando por los jugadores», dijo a Movistar +.

«Lo dije hace tiempo que si seguíamos así sería muy difícil ganar la Champions y no ha dado ni para ganar la Liga. Y si no reaccionamos no ganaremos ni al Nápoles. Nos viene bien el parón para limpiar la cabeza y descansar, pensar que en la Champions partimos de cero y que son cuatro partidos que te pueden dar el título quer todos deseamos», añadió.

Barcelona no hizo el trabajo, naufraga en un mar de dudas, en una completa desconexión entre los jugadores y el cuerpo técnico, con una directiva que no da pie con bola y con un líder futbolístico al borde. El fin de un ciclo exitoso se aproxima a menos que el timón vire en dirección a un mejor puerto.