Entre un partido más y el clave de la temporada hay muchas diferencias. La Champions League demuestra por enésima vez que es el torneo en el que se diferencia qué equipos pueden disputar, seriamente, por la gloria.
Real Madrid y Juventus sortearon sus eliminatorias de octavos de final ante las revelaciones PSG y Tottenham, respectivamente. Quizá el argumento de la grandeza de sus camisetas era el más pesado de españoles e italianos, pero resultó el factor definitivo.
Ambas series tuvieron la balanza favorable para franceses e ingleses por gran parte del tiempo. PSG se veía gigante ante unos merengues con una temporada totalmente irregular y en la ida, con el 1-1 en el marcador, parecían capaces de destrozar a sus rivales que mostraban sus falencias. Pero apareció la mística blanca y resucitaron con dos tantos que encaminó todo a su favor.
✓ PSG se descuidó 10 minutos en el Bernabéu, Real Madrid los mató.
✓ Tottenham se descuidó 5 minutos en Wembley, Juventus los mató.LOS GIGANTES NO PERDONAN. #LeccionesEnLaChampions pic.twitter.com/0g4Y2Niy4r
— Invictos (@InvictosSomos) 7 de marzo de 2018
Juventus también estuvo contra las cuerdas pese a que las cosas le sonrieron al estar 2-0 arriba en la ida jugada en casa pero los Spurs respondieron con su dinamismo para igualar. Los goles marcados como visitante resultaban una buena renta para los londinenses que en Londres empezaban a ratificar al abrir el marcado, pero una siesta de cinco minutos le costó los tantos de Paulo Dybala y Gonzalo Higuaín.
Para trascender en la Champions hace falta más que buen fútbol, tener al delantero de moda, un técnico irreverente o los fichajes más costosos. La historia, la jerarquía, el peso de la camiseta y ese factor que solo los equipos grandes tienen… por eso jamás se deben subestimar.