Entre Diego Costa y el Atlético de Madrid hay un idilio que parece imposible de romperse. Los fanáticos colchoneros esperaron su vuelta pautada para enero luego de concretarse su regreso del Chelsea, donde salió tras problemas con el técnico italiano Antonio Conte.
El hispanobrasileño se reencontró en su hábitat, bajo la tutela de Diego Simeone, quien sin duda ha sido el técnico que más ha exprimido su potencial y con el que logró convertirse en jugador de selección nacional. Los resultados en poco menos de dos meses con la camiseta rojiblanca son resaltantes.
Costa marcó en la victoria 2-0 en el Wanda Metropolitano sobre el Athletic de Bilbao y ratificó las buenas sensaciones con el Atleti. En ocho compromisos ya anotó cuatro tantos y repartió dos asistencias.
? @diegocosta contra todos para marcar un golazo y poner el marcador 2️⃣-0️⃣ a favor del @Atleti. #AtletiAthletic pic.twitter.com/pCxEjCQz6n
— beIN SPORTS Español (@ESbeINSPORTS) 18 de febrero de 2018
Pero con él no todo es maravillas. Su carácter fuerte y explosivo ya se ha hecho sentir con sus peleas y roces continuos con rivales y árbitros. Incluso en su primer partido luego de volver ingresó de cambio, convirtió gol y se fue expulsado.
Frente al Athletic pidió un penal que parecía claro y se encaró con el principal que lo amonestó. Luego se desahogó con fuertes declaraciones. «En mi opinión es penalti claro. Creo que se tira en mi pierna, él me desequilibra, pero es una opinión del árbitro y no puedo quejarme. Luego, lo de la tarjeta ya sabes cómo es. La gente me tiene manía y no hay forma de cambiar», señaló.
«Algunos árbitros a la mínima me sacan tarjeta. Yo creo que la tarjeta que me sacó he hecho un gesto que él me pitó fuera de juego. (…) Tenía ganas de sacarme la tarjeta, me la sacó y ya está. No hay que darle vueltas», añadió.
Costa volvió con todo, sus goles y sus peleas. Y así es amado por la afición del Atlético.
