Vidas excéntricas, fútbol de fantasía, cortes exóticos, nombres poco habituales, muchas anécdotas polémicas y apodados desde niños los nuevos “reyes” del fútbol mundial, en base a esas pistas tu cerebro te guiará a un solo país: BRASIL, pero del protagonista que hablaremos está muy lejos de encajar en el perfil de un futbolista brasileño promedio y quizás sea el primero o el único de una estirpe diferente del jugador del Jogo Bonito que estamos descubriendo. Formado en la misma escuela que un tal Pele a irrumpido en la elite con uno de los mejores guiones que jamás se ha escrito en la historia del fútbol, hablo de Rodrygo Goes.
El Madrid pago una cantidad bastante considerable para esta promesa del fútbol brasileño y a sus cortos 18 años se embarcó con el sueño de triunfar en uno de los gigantes del fútbol; un Madrid que en los primeros 18 años de este siglo no daba cabida para terminar de criar a ningún jugador y si llegabas a la entidad blanca era para derribar la puerta o marcharte por entre las sombras del club merengue; pero es esa nueva filosofía que adopto la cúpula de la entidad blanca de fichar a los jugadores muy jóvenes y darle una oportunidad lo que no ha permitido conocer en la elite un talento tan único como el de Rodrygo.
El Madrid es una institución destinada a jugadores distintos, elegidos para las grandes noches, jugadores cuyo legado no quedara escrito por regalar actuaciones regulares los 60 partidos que una temporada pueda ofrecer, sino más bien aparecer en noches donde solo lo hacen las leyendas, jugadores que rompen la táctica y van más allá de cualquier análisis; esa acumulación de talento que ha permitido que los de la capital española dominen a sus anchas la Copa de Europa en la última década.
A tres años de su llegada parece que Rodrygo está listo para dar el gran salto como ya lo está haciendo su otro compatriota, pero es que a diferencia de Vinicius Jr. que es un extremo por izquierda natural y de profesión, el formado en el Santos todavía no ha encontrado su posición definitiva en la elite. Al llegar a España fue probado en muchas posiciones (y también da para eso), como delantero, extremo por izquierda, de falso “9” y por extremo por derecha su posición más habitual en los últimos años, pero no sería descabellado que hasta de mediapunta pueda jugar ya que todavía no hemos descubierto el potencial final del brasileño.
Su fútbol dista mucho del brasileño promedio, sus compañeros lo destacan como un pasador nato, y su pegada en saque de esquina es un recurso letal que todavía no ha sido explotado por el Madrid; su golpeo en tiros libres nos recuerda a los mejores francotiradores del futbol de elite y eso que su rango en este aspecto del juego del Madrid todavía no ha sido explotado por el Madrid. Usa el regate como oficio más que como el sello personal de todo jugador nacido en la misma tierra de Ronaldinho o Neymar, su concentración y su asociación con jugadores en ofensiva dista mucho de su corta edad.
En la parcela donde tiene más oficio es en el gol, a diferencia de su compatriota Vini que le ha costado despuntar en esta estadística del juego, Rodrygo a marcado grandes diferencias y así lo demostró en su debut con gol contra el Osasuna. El nacido en Sao Pablo también posee ese gen matador y una frialdad para definir que cada vez se hace más notoria, no solo es que aporta marcando goles sino va más allá donde casi el 90% de sus goles han servido para que su equipo decida momentos importantes.
Su romanticismo con la Champions es increíble, tiene varios capítulos solo al alcance de unos pocos elegidos; algo que en un club como el Madrid es sinónimo de triunfo asegurado. En un club donde lo individual premia sobre lo colectivo Rodrygo está destinado a ser pieza que marcará época y en una Brasil plagada de juego descarado la sobriedad del juvenil sudamericano será el elemento diferencial en el juego, incluso el mismo Neymar ha mencionado en más de una ocasión que el también formado en el Santos será el heredero de la mítica 10 de Brasil.
Lucidez en la toma de definición, su asociación y lectura del juego, su capacidad de pase sacada exclusivamente de las mejores escuelas de futbol europeo, su frialdad para la definición y su relación de amor para el gol sumado a que el destino siempre lo elige a el para escribir paginas de historia hacen que Rodry sea casi un mito a su corta edad. Si se compara con sus propios compañeros y excompañeros tiene algo de Kroos, de Modric, de Benzema, de Vini e incluso algo de Ramos, pero todo dentro de un solo jugador preparado para triunfar.
Solo el tiempo y el mismo Rodrygo nos definirán el techo competitivo, su elección de la posición definitiva en el campo y su crecimiento en lo deportivo, no nos olvidemos que ni siquiera ha llegado a los 22 años, nos dirán que futbolista es el brasileño y hasta donde llegara su carrera, lo que sí es seguro es que podemos argumentar que Rodrygo es mas europeo de todos los brasileños.