La edición número 61 de la Copa Libertadores coronó a Palmeiras como su monarca inequívoco. El Verdao fue, durante todo el torneo, un candidato firme al título que mostró sus credenciales desde el mismísimo día 1. Sin embargo, quien le terminó dando el cetro continental al equipo de Abel Ferreira se integró recién en noviembre a las filas del “porco”: Breno Lopes, quien en 2020 despuntaba con sus goles en la Serie B brasileña con el Juventude, y que fue fichado por un poco más de 1 millón de euros.
El delantero, de 25 años, resultante en el factor diferencial de la final, confesó tras el partido que había soñado que entraba y hacía un gol para ayudar a su equipo a bañarse de la “Gloria Eterna” por segunda vez en su historia, luego de la conquista obtenida ante el Deportivo Cali en 1999. Hasta el sábado, Palmeiras había perdido otras tres finales de Libertadores (1961, 1968 y 2000). Demasiado castigo para el equipo más ganador a nivel nacional en suelo amazónico (10 títulos del Brasileirao).
“Mi sueño era levantar la copa, independientemente de quien hiciera el gol. Pero soy atacante y siempre pienso en marcar. Fui afortunado y gracias a Dios somos campeones”, soltó un exultante Breno, cargando aún su invisible capa de superhéroe. La torcida del albiverde difícilmente olvidará el estratosférico salto que pegó para elevarse al cielo de Río de Janeiro en el minuto 90’+9’ y marcar el gol de la diferencia.
🤩 "Soñé que iba a hacer un gol"
⭐ La tarde inolvidable de Breno Lopes, el héroe de @Palmeiras para ser campeón de la CONMEBOL #Libertadores.
🏆 @BridgestoneLA #BOTM pic.twitter.com/JiByrfaBg9
— CONMEBOL Libertadores (@Libertadores) February 1, 2021
Un héroe inesperado
La historia de Breno puede tener paralelismo con otras tantas dentro del mundo del fútbol, en el que un revulsivo al que no le sobran los flashes entra a la cancha para alterar el guión de un partido decisivo. Podríamos citar a Eder, dándole el título a Portugal en la Eurocopa 2016 ante la favorita Francia o a Mario Gotze marcando el gol del triunfo para Alemania ante Argentina en la final de la Copa del Mundo 2014.
Hablando de la mismísima Copa Libertadores, sin ir muy lejos en el tiempo, pudiéramos traer a colación el caso de Juan Fernando Quintero, cuando batió las redes con un zapatazo impresionante ingresando desde el banco para terminar de dirimir en favor del “Millonario” la “Final de todos los tiempos” en el tiempo suplementario ante Boca Juniors, su clásico oponente.
Sin embargo, Juanfer era archiconocido por sus rivales. Mientras estuvo en River Plate, era el suplente de lujo de Marcelo Gallardo. Pudiera decirse, tranquilamente, que era el jugador número 12 de la “Banda”.
No sucedía lo mismo con Breno, quien se trataba de un desconocido para propios y extraños, hasta que le puso su frente de hierro al centro banana de un excepcional Rony, máximo asistidor del certamen. Aquel cabezazo antológico recordó a otros testarazos decisivos como el de Messi ante Manchester United en la final de la UCL del 2009 o el de Critiano Ronaldo al Barcelona en la final de la Copa del Rey 2011.
Otro acierto del portugués Abel
Breno, quien ingresó en el minuto 84 en lugar de Gabriel Menino, apenas completaba su participación número 17 con el Palmeiras. En la Copa siempre ingresó desde el banco en las cinco oportunidades en las que vio acción. Cuatro días atrás, se había estrenado en la red con la camiseta del Palmeiras, firmando el empate a uno contra Vasco Da Gama por el Brasileirão.
Si bien es cierto que venía encendido, antes que recurrir a él Abel Ferreira pudo haber echado mano de Willian, uno de los goleadores de la temporada, o del mismo Gustavo Scarpa, habitualmente titular en el Verdao. No obstante, el DT portugués añadió un acierto más a su hoja de sobresalientes durante todo el campeonato. Se doctoró como uno de los mejores entrenadores de la campaña continental y eso que, al igual que Breno, se sumó recién a Palmeiras en su particular “Sweet november”.
«Lo que he vivido en el Maracaná lo recordaré durante toda mi vida, es un gol inolvidable que nos ha dado una Copa Libertadores, un título que el Palmeiras venía buscando desde hace muchísimo tiempo, no sé ni cómo explicar la emoción que siento», comentó Breno quien vivió una tarde soñada, dándole el pase a los suyos al Mundial de Clubes. Una cita en la que, dicho sea de paso, Lopes no podrá decir presente, puesto que fue fichado en una fecha en la que la FIFA no habilita las transferencias internacionales (noviembre).