El mercado de traspasos veraniego está dejando una nueva forma de acometer los fichajes, ya que los clubes ya no compran, sino que alquilan a los jugadores que quieren incorporar, independientemente de que se incluya una opción de compra para el futuro.
Gonzalo Higuaín ha sido el más sonado hasta el momento con su marcha de la Juventus de Turín al Milan previo pago de 18 millones de euros. Y este jueves Luciano Vietto y André Gomes recalaron en la Premier League, en el Fulham y en el Everton, respectivamente, con la misma fórmula.
En el pasado la cesión de un jugador implicaba que el club se hiciera cargo de la ficha, pero ahora imperan además los pagos como si de un alquiler se tratase.
Algunos clubes usan esta fórmula añadiendo una opción de compra obligatoria para cumplir el juego limpio financiero que impone la UEFA, como algunos medios informan de que el Inter de Milán está intentando llevar a cabo el fichaje de Luka Modric procedente del Real Madrid.
Sin embargo este pago añadido ya es algo habitual. Además de Vietto y André Gomes, el venezolano Salomón Rondón cambió el West Bromwich Albion por el Newcastle a cambio de 2 millones de euros, y el croata Mario Pjaca hizo lo propio dejando el Juventus rumbo a la Fiorentina por la misma cantidad.
El último ha sido el belga Michy Batshuayi, que llega al Valencia cedido desde el Chelsea tras el pago de 3 millones de euros por parte del equipo español, según Transfermarkt.