Un huracán arrasó el Etihad Stadium. Y es que, después de resultados negativos y un comienzo de temporada complicado a nivel individual, Harry Kane está de regreso y firmó una noche inolvidable ante el Manchester City de Pep Guardiola que llegaba invicto desde comienzos de noviembre.
La exhibición del delantero inglés está al nivel de pocos jugadores en el mundo y es que, pese a que existan varios 9 de un nivel muy alto en Europa, se pueden contar con una mano los que puedan igualar el nivel de interpretación, movilidad, sensibilidad técnica e inteligencia que demostró Kane en la casa del campeón de la Premier League. Solo Karim Benzema y Roberto Firmino pueden acercarse a firmar una actuación este calibre. Y son palabras mayores.
Una noche perfecta para Harry Kane
El Tottenham apostó por un plan que parece repetirse cada semana ante el Manchester City por la Premier League: Repliegue medio/bajo cerrando líneas de pase central, haciéndose fuerte dentro del área y lanzando contragolpes en cada recuperación de la pelota, siendo este último registro un punto clave para entender cómo lograron anotarle tres goles a una de las defensas más sólidas de Europa en casa. Y con Kane como principal figura para activar los espacios libres que existían dentro de la cancha.
El inglés fue la principal pieza de apoyo de sus compañeros a la hora de contragolpear. El primer paso era recuperar la pelota y el segundo era buscarlo a él para que gestionara cada ataque, jugando de espaldas o de cara para conectar con los extremos (Son y Kulusevski), que parecían receptores a la espera del pase de su quarterback. Los complementos ideales para un lanzador de élite.
Por otro lado, su influencia en el juego trascendía a lo que ocurría en las transiciones. En ataque posicional, aportó variantes a partir de su movilidad para activar alturas en el centro del campo y aprovechar su pegaba para conectar con los lejanos con ventajas para progresar.
No ha perdido su esencia
Y, como si fuera poco, no perdió la capacidad de marcar la diferencia en el marcador. 2 goles, más uno anulado, decisivos para decantar la balanza para el Tottenham. Pese a ser un futbolista que ejemplifica a la perfección lo que es un falso 9, Harry Kane no ha perdido la esencia que lo ha convertido en uno de los mejores delanteros del mundo. Siempre haciéndose sentir en el área rival.
El inglés fue la pieza indetectable para el sistema del Manchester City que, cuando le tocaba defender, sufría mucho cuando retrocedía para intervenir y Heung-Min Son amenazaba la espalda con sus diagonales. Su relación dentro de la cancha es casi perfecta, tanto a nivel técnico como de interpretación del otro agregando que son dos perfiles que se retroalimentan con mucha facilidad. Un superhéroe siempre necesita de un gran ayudante.
El Tottenham rompió su mala racha de resultados y consiguió romper la del Manchester City, y todo es gracias a una de las actuaciones individuales más dominantes de la actual temporada de la Premier Legue. Una noche que no olvidará Hurricane.