Se puede innovar mirando al pasado. Guardiola lo ha demostrado. Las frases de cabecera: “Ya todo está inventado”, o “Las modas son cíclicas” se reflejan también en el fútbol, de la mano del 1-2-3-5 del Manchester City del estratega catalán.
El presente no es más que el desarrollo del legado que el pasado ha dejado. En las clases de historia de la escuela, tenía un profesor llamado Gonzalo que repetía a diestra y siniestra: “Conocer los acontecimientos de épocas precedentes, nos ayuda a ubicarnos en el presente y proyectarnos mejor hacia el futuro”.
Guardiola, como estudioso ejemplar, no desdeña la historia del “Deporte Rey”.
El resultado de su manía por constantemente mejorar ha hecho que los últimos 16 partidos del Manchester City se cuentan por victorias, todo un récord personal y de cualquier institución de élite en Inglaterra.
El equipo de Josep hizo lo que ningún club en la Premier League había podido hasta ahora: hacer click y enganchar una racha tremenda de casilleros verdes que lo consolidara en la punta de la competición doméstica, bien alejados del resto.
Siete puntos le separan del Manchester United y del Leicester con un partido menos. El vigente campeón, Liverpool, ha quedado a 13 unidades, lejos tal vez de la carrera por el título. El óptimo momento que viven los ciudadanos estriba en diversos parámetros. ¿El más llamativo? La táctica. Nada raro cuando se habla de un equipo de Pep.
Si bien el City parte con un 1-4-3-3, la posición promedio que ocupan sobre el campo los XI dirigidos por Guardiola, en fase ofensiva, es un 1-2-3-5 que reaviva las alineaciones primigenias del balompié. Guardiola, arquitecto e historiador. En fase defensiva, el equipo se desdobla rápidamente formando un 1-4-5-1.
Esta suerte de pirámide invertida volvió a ver luz ante el Tottenham de José Mourinho. Precisamente, el último equipo que había podido derrotarlo en la presente campaña (21 de noviembre). El duelo, entre dos entrenadores que están en las antípodas de estilos, se zanjó con otra formidable presentación de la maquinaria skyblue. Los “Citizens” suman ya 23 encuentros sin conocer la derrota, por todas las competiciones.
Tras la debacle que significó la pasada campaña, sobre todo, en clave Champions, navegando en un mar de dudas y concediendo errores garrafales en defensa, el genio de Sampedor consideró que para seguir evolucionando como DT debía conectarse con los orígenes del juego mismo. Un osado 1-2-3-5 que todavía no puede ser neutralizado por sus rivales.
La geometría guardioliana
En este sistema, se configura una salida de balón 2-3 con los centrales (Dias y Stones) por delante del guardameta (Ederson). Los laterales (Zinchenko y Cancelo) suben un escalón en el campo para posicionarse como escuderos del único mediocentro (Rodri). Más adelante, los cinco futbolistas de “mejor pie” ocupan el ancho del campo, prácticamente, a la misma altura, procurando profundidad y amplitud.
Los extremos a perfil cambiado (Foden y Sterling), cumplen un rol fundamental. No yendo tanto por dentro, como en los anteriores arquetipos de Pep (entiéndase Barcelona o Bayern Múnich), sino fijando a los marcadores de punta por fuera, para que los medios mixtos como Gundogan, Bernardo Silva o De Bruyne, rompan constantemente al espacio, irrumpiendo con fuerza en el área, transitando los pasillos interiores como delanteros.
Sin Sergio Agüero disponible casi toda la campaña por diversas lesiones, Guardiola no ha encontrado frenos para dar rienda suelta a una de las variantes tácticas que más le fascinan: la presencia del falso “9”. Estos han podido ser, según el rival: Sterling, Foden, Ferran Torres, y el mismo Gabriel Jesús, el más “nueve” de todos.
En clave ofensiva, el trabajo de Foden está siendo espectacular en cualquier rol de la artillería celeste. El joven inglés es un futbolista que parte desde la posición de centrodelantero muchas veces, pero que desciende constantemente a la altura de los internos para hacerse imperceptible. Juega a placer entre líneas y filtra balones tiralíneas para los llegadores de turno. También cae muy bien en banda, gracias a su velocidad y finura en el regate.
Aunque en el último partido quien hizo las veces de “falso 9” fue Gabriel Jesús. El brasileño no es un centrodelantero a la vieja usanza. Es un atacante bastante móvil y dúctil con la pelota, que se siente muy cómodo flotando por banda derecha. Lo más importante es que tiene gol y se adapta muy bien a los requerimientos de Guardiola.
Factor Gundogan
En este funcionamiento aceitado del elenco celeste, sobresale el accionar de Ilkay Gundogan, nombrado en enero como el “Jugador del Mes” de la Premier League de Inglaterra. Razones no faltaron. El “8” alemán suma ya 11 goles en la liga inglesa, nueve de ellos anotados en un 2021 formidable.
La lesión de Kevin De Bruyne lejos de opacar el brillo del elenco mancuniano, activó otras aristas bien potenciadas por el sistema guardioliano como el interior de origen turco. El internacional con Alemania hace valer la máxima: “Llegar es mejor que estar”. El nacido en Gelsenkirchen no solo da 1.6 pases claves en cada performance, sino que desemboca la mayoría del tiempo en la zona del “9”, atesorando 1.7 remates por encuentro.
Guardiola una vez pronunció a propósito de las ideas que elucubraba respecto a Gundogan y sus características: «Dije varias veces que Gundogan podría jugar fácilmente como falso nueve y la gente se rió de mí. Hoy eso quedó patente, fue obvio. Tiene un juego fabuloso para jugar en la zona de ataque. Estoy encantado con la exhibición de este jugador. Ganó el premio al jugador del mes de enero y, si continúa así, también lo ganará en febrero», dijo el catalán, empeñado nuevamente en diseñar un equipo de época.
