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Las claves de la J4 de la Premier League

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Terminó la cuarta jornada de la Premier League y es momento de analizar las claves tácticas más interesantes del fin de semana, donde destacamos a tres de los mejores equipos de la competición en la actualidad: Arsenal, Manchester City y Brighton.

Las claves de la J4 de la Premier League

La intervención de Mikel Arteta ante Fulham

El Arsenal se enfrentó a su primera desventaja en el marcador en el comienzo de temporada en la Premier League ante el Fulham de Marco Silva, quien se puso en ventaja con gol de Aleksandar Mitrovic aprovechando el error de Gabriel Magalhaes. Ante dicho escenario, Mikel Arteta intervino con la intención de ofrecerle un contexto positivo a sus piezas.

El entrenador español agitó el banquillo para darle entrada a Eddie Nketiah por Kieran Tierney con el objetivo de reorganizar la estructura ofensiva para generar más ventajas con pelota. El Arsenal se posicionó en 3-3-4 o 3-5-2 con Ben White junto a Gabriel y Saliba como centrales, Elneny como mediocentro con Odegaard y Xhaka como interiores más cuatro atacantes: Gabriel Martinelli, Bukayo Saka, Nketiah y Gabriel Jesús.

Martinelli y Saka partieron como extremo en ataque y carrileros en defensa. Un rol hibrido, que se notó poco debido a las escasas ocasiones en las que atacó el Fulham después del 0-1.  EN un momento intercambiaron bandas para jugar a pie natural, pero volvieron a sus “posiciones” naturales. Aquí sin pelota:

En dicho contexto, Martín Odegaard para hacer daño en zonas más cercanas al área. El noruego fue el líder del equipo. Nketiah le ofreció más frescura al equipo con pelota. Movilidad e interpretación del rol que estaba ocupando. Una prueba de carácter y de convencimiento en la idea que terminó con una nota ejemplar.

La dirección de campo de Pep Guardiola

El Manchester City se enfrentó a una de sus bestias negras la campaña anterior de la Premier League: El Crystal Palace de Patrick Vieira, que le sacó 4 puntos la campaña anterior en Premier League. El entrenador francés tenía un plan muy claro: Repliegue en 5-4-1 más transiciones con Ayew, Eze y Edouard. El conjunto citizen apenas pudo generar oportunidades de verdadero peligro ante el arco de Vicente Guaita. No tenía claridad con las dudas que generó el rol de Kyle Walker, quien no generó ventajas apareciendo por dentro cerca de Rodri (como en partidos anteriores).

Con el resultado 1-2, Pep Guardiola comenzó a mover los hilos con dos cambios que cambiaron la estructura de su equipo: Ilkay Gündogan y Julián Álvarez por Joao Cancelo y Riyad Mahrez. Los cambios reorganizaron al Manchester City en 3-4-3 con cuadro en el mediocampo. Rodri, Kevin de Bruyne, Gündogan y Foden o Julián Álvarez por el carril central. Bernardo Silva en derecha y Foden/Álvarez por izquierda. Kyle Walker formando una línea de tres centrales con Stones y Rubén Dias.

La ocupación de espacios del equipo fue perfecta, consiguiendo fijar a la defensa rival, generar ventajas para ir encontrando caminos para llegar al gol y reducir distancias entre piezas para relacionarse de mejor manera. Posicionamiento en ataque:

El MVP del partido, más allá de los tres goles de Erling Haaland, fue Bernardo Silva. El portugués, abierto en banda derecha y cerca de Kevin de Bruyne, ha generado muchísimo a partir de sus conducciones, relaciones con el belga, tomando decisiones en la circulación de pelota y haciendo daño en el área.

El partido terminó 4-2 con 4  goles en 28 minutos. Una máquina que destrozó a uno de los rivales más complicados del conjunto SkyBlue en los últimos años.

Graham Potter ante la presión de Jesse Marsch

El Brighton and Hove Albion es uno de los mejores equipos de la Premier League debido a la pizarra de Graham Potter y su capacidad de adaptarse al rival para ganar el partido. Un ejemplo claro fue el partido ante el Leeds United de Jesse Marsch, un conjunto que se caracteriza por su agresiva presión alta para recuperar la pelota o minimizar la salida de la pelota del rival.

El conjunto de Graham Potter, ante el plan natural del Leeds United, se organizó en 4-3-3 con pelota  (PRIMERA FOTO) con la intención de ajustarse a la presión en 4-2-3-1 o 4-4-2 para atraer la presión de los laterales en banda e intentar dejar mano a mano a sus atacantes con la línea de fondo. Los pases largos más los cambios de banda fueron claves para atraer la presión y atacar con agresividad con duelos individuales planteados más cerca del área rival.

Las ventajas se generaban a partir de Robert Sánchez y los centrales. Atraían al 9 y al extremo de cada costado para que el lateral quedara libre. Esto forzaba a que saltara su rival de posición en su costado. Esos movimientos, que se repitieron en varias ocasiones, generaban un 3v3 o 2v2 en zona ofensiva.

En la jugada del gol, pese a no ser una jugada totalmente parecida a lo antes planteado, tiene varios rasgos que mencionamos. Salida desde el fondo, juego en banda y pase para la presencia de Caicedo y Welbeck ante los centrales (2v2). La jugada termina en el único gol del encuentro: