El Bayern Múnich derrotó 1-0 al PSG en el Parques de los Príncipes por el partido de ida de los Octavos de final de la UEFA Champions League. Un encuentro donde, más allá del buen cierre del conjunto parisino, el Gigante de Baviera fue superior a partir de la pizarra de Julian Nagelsmann.
El joven entrenador alemán apostó por 3-1-3-3 en las fases con pelota. Un plan de partido en el que Joao Cancelo y Kingsley Coman fueron fundamentales debido a su posición. Ambos jugaron abiertos (ocupando en zona de amplitud) siendo determinantes para que el conjunto alemán buscara abrir el bloque defensivo del PSG. Los parisinos defendieron en un 4-4-2 muy estrecho con Lionel Messi y Neymar descolgados.
La propuesta del Bayern Múnich fue coherente teniendo en cuenta la ausencia de Kylian Mbappé en el once titular, lo que le quitó amenaza al espacio y en el 1vs1 al PSG, y la propuesta más reactiva del rival sin contar con futbolistas que fueran capaces de posicionarte en campo rival al espacio. Un equipo pasivo y que apenas tuvo variantes para progresar, teniendo en cuenta que el sistema –y el plan- perjudicaron a varias piezas: Neymar, Messi, Hakimi, Nuno Mendes…
Presión del Bayern Múnich
Otro detalle a destacar es la presión alemana. El Bayern posicionó su bloque alto para buscar arriba ante el inicio de la jugada del equipo de Christophe Galtier. Sin una amenaza al espacio, la propuesta sin pelota que utilizó Nagelsmann ganó enteros con el pasar del encuentro. Los alemanes no tuvieron miedo de abrirse y exponerse porque tenían piezas capaces de resolver situaciones individuales en contextos más desfavorables.
El dominio visitante no se demostró en el marcador debido al impresionante primer tiempo de Sergio Ramos, siendo el líder de la defensa local.
El partido cambió con el ingreso de Kylian Mbappé. El francés condicionó al rival, teniendo en cuenta que era una amenaza constante al espacio. Su presencia cambió el encuentro. El ingreso de Vitinha y la posición Marquinhos (lateral derecho, cerrándose para formar una estructura de tres atrás para liberar a Nuno Mendes) también fueron claves.
Nagelsmann ajustó con el cambio de perfil de Benjamin Pavard y Dayot Upamecano, quienes aparecieron en el costado opuesto para intentar que el francés se enfrentara a su compatriota en los 1vs1. Detener a Mbappé es muy complicado, pero su impacto fue menos dañino hasta el punto de que no cambió el resultado.
El Bayern Múnich dio un golpe sobre la mesa en uno de los duelos más importantes de los Octavos de final de la Champions League. Y tiene de cara la clasificación a la siguiente ronda.