Antonio Conte se ha caracterizado por ser un entrenador que le gusta potenciar su salida desde el fondo, aprovechando que utiliza una línea de tres centrales para generar una primera ventaja numérica/posicional (con los movimientos de los mismos) y ofreciéndole un sinfín de variante a sus piezas para poder progresar desde el fondo. Y su Tottenham Hotspur no podía ser la excepción.
El conjunto del Norte de Londres busca siempre, desde la circulación de la pelota y reinicios, atraer la presión del rival con la intención de generar espacios para que el resto de sus piezas puedan atacarlos. Tanto dentro de la misma estructura que presiona como a la espalda de la defensiva rival. Atraen y despliegan.
Un ejemplo claro de esto es el gol del Tottenham ante el Liverpool en Anfield, en un empate valioso para mantenerse en la carrera por el cuarto puesto de la tabla de la Premier Legue y conseguir vulnerar una de las defensas más poderosas del mundo. Es momento de poner la lupa en el gol.
Un gol made in Antonio Conte
El Tottenham no tiene espacios para progresar después de ganar la segunda jugada, por lo que deciden reiniciar la jugada para atraer la presión del Liverpool. La jugada se desata con varios movimientos claves:
- Emerson pasa de la banda para recibir por dentro con tiempo y espacio para ejecutar.
- Harry Kane atacando el costado opuesto generando el 2v2 y siendo opción de pase para Emerson en largo.
- El delantero inglés controla y gestiona la jugada. Atrae rivales al lado del balón y libera el opuesto, donde aparece Ryan Sessegnon para atacar el área con libertad y asistir a Heung-Min Son.
Un gol made in Antonio Conte y que le sirvió al Tottenham para ponerse en ventaja y sacar un empate posterior ante el Liverpool de Jürgen Klopp en el estadio más difícil del mundo: Anfield Road.