En la antigua Grecia, envejecer era un privilegio que venía envuelto de facultades que transformaban al hombre en una voz autorizada. Entre filósofos, sobre todo, se magnificaba esta potestad. El paso de los años conducía a obtener también poderes políticos y jurídicos en los ciudadanos. La edad era sinónimo de sabiduría, pero también de utilidad dentro de la sociedad. En Egipto, el tema del transcurrir del tiempo también estaba bien considerado. De hecho fue en la civilización adyacente al río Nilo que se acuñó el término an(manifestación divina)-heh(suma de años).
No muchos años después, esta concepción cambiaría paulatinamente, al punto que el afamado poeta trágico griego, Sófocles, en su obra “Edipo en Colono” se refería así de la vejez: “Todo aquel que quiere prolongar la corta duración de su vida me parece un insensato”. Lo mismo pensaban los cronistas deportivos en torno a los jugadores de fútbol hasta hace muy poco. En consecuencia, estos solían retirarse poco después de rebasar la frontera de la treintena. Recordar que Zinedine Zidane, por ejemplo, colgó los botines a los 33 años, en un pico de rendimiento altísimo (Alemania 2006).
La tendencia era casi una máxima, a excepción de los guardametas (Dino Zoff, por citar uno, ganó el Mundial con Italia a los 40 años) o algunos defensores como Paolo Maldini (¡se retiró a los 41 años en el AC MIlán!). En puestos ofensivos, la permanencia en el más alto nivel era mucho más difícil de evidenciar. Hasta que irrumpieron estas figuras sin capacidad de entrar en razón, que en honor al gran Sófocles llamaremos “Insensatos del gol”.
Criaturas casi mitológicas que suman años de vida futbolística con cada “grito sagrado” entonado. Animales despiadados que extienden su idilio con las redes de forma casi sobrenatural. ¿Pero cuál es su superpoder? Pasión por competir, una mentalidad de hierro y una condición física envidiable cultivada a lo largo de su carrera. Impulsados, como no, por el avance de las ciencias aplicadas al deporte. El tiempo ha sido un aliado y no un enemigo a la hora de economizar sus esfuerzos, de rentabilizar mejor sus acciones dentro del área y, por ende, de engrosar sus sensacionales registros goleadores. Sí, ya deben imaginarse de qué dupla les hablo. ¡Vaya par!
Goles con sabor a buen vino en Italia
El gol se añeja mejor en una liga como la Serie A. Los exclusivos “varietales” que llevan por nombre Cristiano Ronaldo (35 años – 8 goles en 5 partidos) y Zlatan Ibrahimovic (39 años – 10 goles en 6 encuentros) han iniciado como cohetes la campaña doméstica. Sueco y portugués mantienen un pulso artillero sin precedentes entre dos “viejos rockeros” rompedores de redes. Estas estrellas de dilatadas carreras dentro del fútbol mundial exhiben, hoy por hoy, los mejores ratios de anotación por encuentro entre las cinco mejores ligas de Europa. El luso ostenta un promedio de 1.6 dianas por partido, mientras que el nórdico posee incluso un absurdo 1.67 de goles por partido.
A estos “dos insensatos del gol” le siguen de cerca los arietes estelares de la Bundesliga alemana: Robert Lewandowski con 1.57 goles por partido (11 dianas en 7 fechas) y Erling Braut Haaland con 1.43 (10 tantos en 7 jornadas). En Francia, Kylian Mbappé se adueña de la mejor relación juegos/goles con 1.29 (9 gritos sagrados en 7 encuentros). En Inglaterra, el inspirado Dominic Calvert-Lewin muestra 1.11 goles por compromiso (10 GF en 9 PJ). La Liga, como suele suceder también a nivel de goles globales de la competición, marcha rezagada con Luis Suárez como su máximo exponente (0.83 g/p), tras haber marcado cinco anotaciones en seis presentaciones.
Pero lo de la Serie A no es flor de un día. El gol en Italia cotiza en alza desde hace un tiempo. De hecho, la nación transalpina lideró el festival goleador del curso anterior. La temporada 2019-2020 estuvo marcada por el renacer del Calcio en cuanto a competición de alto vuelo futbolístico. Se ha erigido en un torneo que prima el espectáculo ofensivo con múltiples variantes a nivel táctico entre sus allenatori. Ubicándose así, muy lejos de los lugares comunes que la encasillaron como una competición eminentemente defensiva, rígida y “aburrida” para el espectador promedio.
En el “País de la Bota”, se marcaron 1154 en 380 partidos (tres goles por encuentro) durante la temporada inmediatamente anterior. Un registro que superó los 1034 goles de la Premier, los 982 de la Bundesliga (cuatro partidos menos) y los 942 de La Liga, que vive su ocaso más pronunciado de los últimos años.
Cristiano Ronaldo como disparador
Mucho ha tenido que ver los 36 goles del Botín de Oro, Ciro Immobile, y las 31 dianas del mencionado Cristiano Ronaldo, un obsesivo del gol que se ha especializado en llevar a sus rivales al tope máximo de su rendimiento. Lo hizo en España con Lionel Messi, con quien durante nueve años se batió en una lucha encarnizada por alcanzar la supremacía en el reino del gol. Lo hace actualmente con Zlatan, con quien promete mantener esta pugna sin respiro hacia la consecución del “Capocannoniere”.
“Para alcanzar la salud del alma nunca se es demasiado viejo, ni demasiado joven”, decía el filósofo griego Epicuro en su carta a Meneceo. Zlatan bien pudiera dar fe de ello. Se ha embarcado en cuanto reto ha querido y siempre ha salido a flote a punta de goles. Allá donde fue, incluso saltando el gran charco, agitó la red y su alma también. Usó toda clase de recursos frente al arco. En el magisterio del gol, el sueco ha sido de lo mejor. Por ellos, la nueva generación de arietes con el implacable Haaland a la cabeza lo menciona como modelo a seguir cada vez que puede.
Bien le secunda Cristiano, cuya relación de dependencia con el gol nunca desentonó. Se muestra aún mejor en su tercera campaña con la Juventus. De hecho cada vez se acerca más a registros que parecían inaccesibles en el pasado reciente como el de máximo goleador histórico del fútbol mundial.
Con su doblete del pasado fin de semana ante Cagliari, llega a los 748 goles de por vida, ocupando la cuarta casilla. Solo le superan los brasileños Pelé con 767 anotaciones y Romario con 772, además del austro-checo Josef Bican con 805. Ya se sabe que el “Bicho” no se va a detener hasta llegar a la cima de una tabla en la que, dicho sea de paso, Zlatan marcha noveno con 556 tantos, después del doblete que le endosó al Napoli en San Paolo. ¡Nada mal!
Zlatan a la caza de Luca Toni
De continuar con su racha actual y terminar como líder de goleo en la liga italiana, Zlatan Ibrahimovic superará a Luca Toni, quien ostenta el récord de ser el jefe artillero más longevo de la Serie A, cuando marcó 22 goles (igualado con Mauro Icardi) con 38 años para el Hellas Verona en la campaña 2014-2015.