Si el Atlético de Madrid quiere competir por el título de LaLiga necesita la mejor versión de João Félix durante toda la temporada. Tanto por su impacto en el resultado como por lo que puede influir en el juego, siendo la pieza de mayor calidad del equipo en el último tramo de la cancha. La victoria ante el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez fue una prueba de lo que puede ser el conjunto colchonero con el portugués a un alto nivel.
El joven portugués firmó un encuentro impresionante destacando como principal pieza creativa en tres cuartos de cancha y siendo determinante en los últimos toques, dejando las tres asistencias de los goles de su equipo. Su relación con la pelota es especial. “Tiene talento, ve más que los demás, tiene gol y ojalá pueda sostener todo lo que se está diciendo aquí sobre el campo”, afirmó Diego Pablo Simeone después del partido.
João Félix, el jugador que ve más que los demás
Su inicio de temporada es sensacional en todos los sentidos. Movilidad para intervenir en diferentes alturas –generando superioridades a partir de su calidad para descargar y participar en circuitos de pase más sus recepciones para eludir a sus rivales cercanos. Ante Getafe eludió de manera constante a Djene, sacándolo de su zona y generando que llegara tarde a cada acción. Sus gestos técnicos le ofrecen la capacidad de ganar tiempo y espacio.
Jugando de cara, João Félix es una amenaza constante por su agresividad, calidad pasadora y visión de juego. Con ventajas, es un peligro para la defensa rival. Su relación con Álvaro Morata es complementaria por la movilidad del delantero para atacar espacios y generar líneas de pase para sus compañeros, facilitando la posibilidad de que la jugada termine en una situación ventajosa para el atacante.
Las tres asistencias de Joao
En la jugada del primer gol (1-0 de Álvaro Morata) se mueve para liberarse de par que tiene cerca, recibe el pase de primero de Saúl y con dos contactos consigue activar el desmarque del delantero español. Su recepción atrae la atención de uno de los centrales, lo que genera que Morata pueda tener un espacio libre para atacar.
En el segundo gol (2-0 de Álvaro Morata) recupera la pelota en campo rival y asiste a su compañero engañando con su cuerpo a los rivales con su gestualidad corporal. El pase activa el desmarque vertical del delantero español.
“Tiene mucho talento, cuando el coge el balón hay que correr para adelante y esperar que te caiga algo”, afirmó el ariete rojiblanco.
La jugada del tercer gol la comienza recibiendo a espaldas de la zona de volantes rival, girando y detectando el movimiento de Antoine Griezmann al espacio. Genera con su rápida ejecución que su compañero tenga ventajas a la hora de recibir la pelota.