La violencia regresa al fútbol inglés. Las escenas ocurridas en la derrota del West Ham 0-3 ante el Burnley, por la jornada 30 de la Premier League, recordaron la de los años más duros con los “hooligans” en el poder.
Un grupo de fanáticos invadió el campo del London Stadium, agrediendo a algunos jugadores, pero su objetivo era llegar hasta los propietarios del club, David Gold y David Sullivan. Ambos salieron escoltados por fuerzas de seguridad.
De acuerdo con medios ingleses, el origen de las diferencias estuvo en el cambio de sede del West Ham, del Upton Park al London Stadium.
El club indicó que abrirá una investigación por los hechos de violencia.
West Ham ocupa el puesto 16 del campeonato, con 30 puntos. Burnley, séptimo con 43 unidades, ganó con un doblete de Chris Wood y una diana de Ashley Barnes.
Inglaterra estuvo a merced de las barras radicales, los llamados “hooligans”, sobre todo en las décadas de 1970 y 1980, protagonizando actos vandálicos entre los que destacaron las tragedias de Heysel y Hillsborough.
