“Es el sueño de todo entrenador”, sentenció su ex técnico en el Olympique Lyonnais, Reynold Pedros. “No hay ninguna jugadora como ella en el mundo”, expresó su actual seleccionador nacional en Inglaterra, Phil Neville. Hace ya unos cuantos años que Lucy Bronze (Manchester City) fluye en un carrusel de elogios con una naturalidad que recuerda a la de su accionar en la cancha. Pieza vital en la última triple corona ganada por las “Leonas” francesas en 2020 y en la obtención de la Women ‘s FA Cup, conquistada en su regreso a las Citizens.
Aquellas valoraciones positivas y unánimes que llueven sobre su desempeño tanto en Inglaterra como en su club de turno se han cristalizado este 17 de diciembre en forma del tan codiciado premio The Best. El galardón más importante dentro del mundo del fútbol, que la FIFA entrega desde la temporada 2016, tanto en la rama masculina como en la femenina. Una distinción que Bronze acarició el año pasado (Fue 3°).
Esta vez, Bronze logró imponerse a la atacante danesa Pernille Harder, flamante fichaje del Chelsea, que llevó a la final de UEFA Champions League femenina 2019/2020 al Wolfsburgo alemán; y también a la francesa Wendy Renard, su ex compañera de equipo en el multilaureado Olympique de Lyon, y quien es, sin lugar a dudas, la mejor central del planeta.
La lateral derecha se convirtió en la primera defensora y en la primera futbolista de nacionalidad inglesa que se hace con este preciado metal. Dicho reconocimiento le permite entrar en la distinguida línea de sucesión de las “Reinas del balón”: Carli Lloyd (USA) en 2016, Lieke Martens (Países Bajos) en 2017, Marta Vieira (Brasil) en 2018 y Megan Rapinoe (USA) en 2019.
“Stairway to heaven”
“La escalera al cielo” de la nacida en Berwick-upon-Tweed, una región fronteriza entre Inglaterra y Escocia, ha sido paulatina y muy sólida en cada paso que ha dado desde que en la temporada 2013-2014 fuera elegida como la mejor futbolista del fútbol profesional inglés, cuando militaba en las filas del Liverpool. Con las “Reds”, club al que arribó procedente del archirrival de ciudad Everton, conquistó dos Women ‘s Super League en el par de temporadas que disputó: 2013 y 2014.
Lo impresionante no es que Lucy se haya quedado con el galardón de 2020, puesto que ha mantenido un rendimiento realmente parejo en la última década que no admite discusión. Lo que impresiona es que aunque la posición que ocupa sobre el campo (lateral) la aleja de los flashes mediáticos, no la distancia para nada del juego. La futbolista, de 29 años, desde su demarcación es capaz de dominar los partidos.
Reuniendo un sinfín de cualidades, desde el albor de su carrera, Bronze ha apuntado a la cima. Se acostumbró a ser considerada como la mejor, aún sin pretensiones de serlo. Surgió profesionalmente en Sunderland en el año 2007, y por entonces fue galardonada por los entrenadores como la mejor futbolista al cabo de su primera temporada. En ese mismo período, recibió sus primeros llamados para defender los colores de Inglaterra en su categoría Sub 17.
Su idilio con la “Selección de La Rosa” no hizo más que crecer en su versión adulta. Debutó en 2013, marcó su primer gol en 2014 y, desde 2018, es la capitana de una de los combinados nacionales más fuertes del mundo. De hecho, Bronze ha comandado a Inglaterra a las semifinales de las últimas dos Copas del Mundo (Canadá 2015 y Francia 2019), siendo siempre incluida en los equipos ideales de los respectivos certámenes ecuménicos. Una fuera de serie.
“Lucy in the Sky with Diamonds”
Pero Lucy no solo ha sido extraordinaria con su Selección. Allá donde va, destaca y acapara títulos. Sin ir muy lejos, ganó trofeos colectivos en Sunderland (FA Women’s National League North), Liverpool (Women’s Super League), Manchester City en su primera etapa (Women’s Super League, Women’s FA Cup y FA Women’s League Cup), además de tres triples coronas al hilo con el Lyon (Liga, UWCL y Copa de Francia).
“De equipos exitosos, salen individualidades exitosas”, reaccionó Bronze tras conquistar el The Best. Al tiempo que esgrimió las razones de esta especie de reconocimiento a su carrera: “Este premio es probablemente una acumulación de cosas que logré este y el pasado año. Estoy muy agradecida”, cerró.
Su repertorio está lleno de diamantes: Recorre toda la extensión de la banda con sus “ocho pulmones” y siempre le quedan arrestos suficientes para tomar la mejor decisión al llegar a la zona de definición. Ni hablar de su técnica depurada, de su pegada privilegiada, su lectura del juego, y su compromiso defensivo. Lucy Bronze sabe escoger los momentos adecuados para pasar al ataque en aras de no dejar a su elenco mal parado. Combina profesionalismo, pasión y talento. Un cóctel que la tiene pensando seriamente en cambiarse el apellido: Bronze por Gold. Sí, es que Lucy es de oro puro.