En la previa de la serie entre Real Madrid y el PSG toda la presión estaba sobre Zinedine Zidane. Lo alejado que está del Barcelona en La Liga y la eliminación con el modesto Leganés en los cuartos de final de la Copa del Rey le dejaban solo una carta de salvación a Zizou: la Champions League, en la que ya llevó a los merengues al bicampeonato; en la acera de enfrente, Unai Emery, caminando el campeonato francés y con un súper equipo que solo había conocido en dos oportunidades la derrota en la temporada.
Para el entrenador español la eliminatoria frente a los blancos lucía como el posible golpe de autoridad de los parisinos y su capacidad de decir presente en la élite europea. Pero, tal como sucedió el año pasado frente a Barcelona, el camino se le arruinó y en mucha medida con su responsabilidad, siendo quizá el principal señalado en ambas ocasiones.
El cuadro francés tenía tomada la batuta del compromiso hasta que el técnico vasco, al minuto 66, retiró de la cancha al uruguayo Edinson Cavani para darle ingreso a Thomas Meunier, lateral derecho, y de allí en adelante la actuación del PSG fue en picada. Zidane replicó con Gareth Bale, Marcos Asensio y Lucas Vázquez y el resto fue historia: dos goles merengues que ponen una pesada losa para Neymar y compañía.
Me parece que la mujer de Di Maria se enojó con Emery. pic.twitter.com/f9vaVEpQyx
— PABLOSTECCO (@PabloStecco) 15 de febrero de 2018
Emery regresa al centro de las críticas y se pone en seria duda su capacidad para entrenar a un equipo que aspire a todo. Los señalamientos llegaron, inclusive, desde adentro del club: «Estoy muy enfadado. Está bien marcarle ocho goles al Dijon, pero en estos partidos es donde tenemos que marcar la diferencia», comentó Adrien Rabiot, autor del tanto galo en el Santiago Bernabéu.
Si bien el presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi, no cargó contra el timonel sino en contra del árbitro Gianluca Rocchi pareciera que otro descalabro en Champions significaría el fin del ciclo del estratega, quien para esta campaña tuvo un amplio presupuesto para fichajes en los que brillaron los de Neymar y Kylian Mbappé.
La setencia de Emery aún no puede escribirse, pero triunfar en el torneo francés no será consuelo para un equipo que ha hecho una de las inversiones más millonarias en la historia del fútbol. La vuelta en el Parque de Los Príncipes, el 6 de marzo, decidirá su destino y será la gran oportunidad desperdiciada de un técnico que no se creció en las grandes citas.
