Cuando Thiago Alcántara viajó desde Múnich hasta Liverpool, el español sabía que tenía que pasar por un proceso de adaptación tanto al equipo como a la Premier League, pese a que su encaje parecía ser perfecto: Una pieza que necesitaba Jürgen Klopp para mejorar en ataque posicional y que venía de ser el mejor mediocampista de la última UEFA Champions League.
Su primera temporada fue complicada por las lesiones propias como por las de sus compañeros, que condicionaron mucho el rendimiento del conjunto red. Pero no había dudas de que era cuestión de tiempo para que se convirtiera en uno de los cerebros del colectivo (junto a Trent Alexander Arnold) y que Jürgen Klopp le daría las llaves para potenciar su mejor versión.
Thiago y una nueva noche dominante
Thiago Alcántara es una de las principales razones por las que el Liverpool está en camino a hacer historia con la posibilidad de ganar el póker: Premier League (2do a un punto del líder), Carabao Cup (campeón), FA Cup (finalista) y UEFA Champions League (semifinalista, a un paso de la final). Y su partido ante el Villarreal fue una noche más para su larga lista de exhibiciones en la máxima competición de clubes a nivel europeo. En estas instancias es donde aparece el verdadero talento diferencial. Y él nunca desaparece.
El mediocampista español fue una de las piezas con mayor claridad del conjunto red ante el Villarreal, que planteó un partido complicado. Bloque compacto cerrando líneas de progresión por el carril central, posicionado piezas en banda para generar superioridad e intentando desconectar a las piezas más creativas del rival.
El dueño de la pelota en Anfield
Su repertorio infinito de pases para conectar con cercanos, intermedios y alejados fue clave para ir encontrando caminos de progresión con la intención de encerrar más al rival, que apenas tuvo opciones para salir para contragolpear. Apareciendo en diferentes alturas (base intercambiando con Fabinho, entre líneas para sumar altura y en banda izquierda para liberar a Luis Díaz/Andrew Robertson), fue capaz de ir abriendo el sistema rival, que tuvo su punto álgido en el primer tiempo y que se fue desinflando en la segunda parte.
El Villarreal intentó minimizar su impacto con Chukwueze vigilando cada una de sus intervenciones. No con una marca personal pero si permaneciendo cerca para que no tuviera tanto tiempo para ejecutar. El español sabía que tenía que moverse e ir cambiando su posición para tener el tiempo para jugar, otro rasgo que hace a la perfección.
Y, por si fuera poco, fue la pieza que comenzó la jugada del primer gol con un control orientado con el que consiguió eludir a su par y verticalizar para encontrar los espacios dentro del a basculación del rival. Su partido es tan sencillo como maravilloso. No necesita hacer cosas impactantes para ser importante. Es un jugador que trasciende a lo estético para darle a su equipo un sinfín de recursos.
Thiago ante el Villarreal:
- 1° en pases precisos a campo rival [64].
- 1° en intercepciones [5].
- 2° en pases precisos [99].
- 2° en recuperaciones [10].
- 2° en pases largos acertados [9, 100%]
El Liverpool está a un paso de hacer historia en Inglaterra y Europa con Thiago como uno de los principales artificies. Un equipo que roza la perfección colectiva e individual.
